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Mirando a...

Kong Fu y el centro de Beijing

Recta final de viaje y un tema pendiente por contar, el Kung Fu (o Kong Fu) acrobático que vimos el miércoles. La presentación, la de un espectáculo turístico, las narraciones en inglés y subtítulos en chino, pensado para los que vengan de fuera. Sin embargo, mereció la pena. En algo más de una hora y media, los "actores" desarrollaron la historia de un maestro de este arte marcial, desde que su madre lo entregó a la escuela hasta que este logró convertirse en la máxima autoridad del templo, entre medias, acrobacias y actuaciones que tenían como fin enseñar las claves básicas de esta disciplina... un espectáculo que impresionaba y entretenía, algo para recomendar.

El resto de los días, hasta el fin de semana, transcurrió entre el Chino, ir de compras y conocer varios sitios (no turísticos de Beijing), un bar con 24 chupitos a 50 yuanes (5 euros), varios Hutongs escondidos y un paseo en bicicleta por los mismos... cosas para conocer esta ciudad (que nunca se acaba).

Sin embargo, el día cansado del viaje ha sido hoy. Al no coincidir en horarios con nadie, he decidido irme a hacer turismo yo solo desde las 12:00 que he terminado las clases... viaje en metro hasta Xi Tiananmen (la parada Oeste) que te deja a unos 200 metros de la plaza. Pero, debido a los preparativos del 1 de octubre (60 añitos cumple el país), ese camino estaba cortado, por no esperar, he decidido irme hacia el otro lado, donde un cartel decía "Barrio de los Hutongs" y, con una tapia roja a la derecha y numerosos hutongs a mi izquierda he ido andando hacia el Norte de la Plaza de Tiananmen sin saber muy bien hacia dónde me dirigía... luego, por orientación (ya que, donde mirara, sólo veía turistas con mapas que me perderían aún más) he ido hacia la Ciudad Prohíbida pero, antes de llegar, algo me ha llamado la atención, un gran parque a mi izquierda, por el cual, para entrar, debías pagar 20 yuanes.

20 yuanes menos más tarde estaba en el Parque Beihai, uno de los parques más importantes de Beijing y antiguo lugar de recreo de los emperadores. Beihai, que literalmente significa Mar del Norte (el Hai es el mismo que Houhai o Sanghai = mar), es un parque construido en torno a un lago. A destacar, dentro del mismo, algunas de las antiguas residencias imperiales, donde aún se conservan impresionantes esculturas, figuras y objetos personales. Además de eso y de la posibilidad de alquilar una barca, el parque está ambientado con música china, se puede ver a personas pintando caracteres de agua (letras chinas en el pavimento con agua y pinceles enormes) y, la verdad, que el tomarte un té en el Islote de Jade (formado con la tierra que quitaron para construir el lago) relaja y es muy recomendable.

Tras el descanso visita a la Ciudad Prohíbida, he estado tres horas pero puedes estar tres días. Entrando por la Puerta del Genio Militar Divino (los nombres son lo mejor), situada al Norte de la Ciudad Prohíbida justo encima del foso que rodea al lugar, pronto visité el Pabellón de los Mil Otoños y el Jardín Imperial (si no fuera por la guía que me regalaron me iba a acordar de los nombres...). Esto era el corredor central, a ambos lados había pequeños palacios (Primavera Eterna...) y, más adelante, tras la Puerta de la Pureza Celestial (donde llegué purísimo pero con dolor de pies), se encontraban los tres salones principales, donde se pueden admirar estatuas, tesoros, joyas, etc. que no se pueden explicar, hay que verlos (o seguramente se pueda pero es mejor verlos). Tras ver todo y pasar delante del Starbucks (no es una leyenda, está), me dirigí a la Puerta de la Suprema Armonía que daba a la Puerta Meridional (vaya nombre soso), la cual estaba cerrada ya que, como da directamente a la Plaza de Tiananmen, que está patas arriba por los actos del día uno, pues la tienen cerrada.

Antes de salir me fui a los jardines anexos a la Ciudad Prohíbida a ver una exposición de caligrafía y pintura china (impresionante) y una de cerámica (no tanto...). Luego paseo hasta la Plaza de Tiananmen, con millones de policías y miles de turistas (y no al revés) y bueno, como la Plaza Roja de Moscú, quizás sea lo más famoso pero ni mucho menos lo mejor. Ahora escribo desde el Bridge Cafe, donde hemos quedado en un rato. Empieza a anochecer en Beijing pero aquí todavía queda mucho día por delante.

1 comentario

Glo -

Puerta de la Suprema Armonía...me encanta! Bueno, yo al menos ayer cené Malokitos jejeje Prometo invitarte la próxima vez que vayamos. Sigue disfrutando!! Un besito!