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Mirando a...

Leyendas chinas V

Desconozco a quién pertenece esta leyenda china. Hace un tiempo la contaron en clase de chino y habla sobre que todas las acciones que hagamos en nuestra vida tienen o tendrán una consecuencia. Espero que os guste (ya el siguiente post no tratará sobre algo chino... o quizás sí...).

Li Chuang tenía 17 años y vivía en una aldea agrícola del Sur de China. Sus padres, agricultores de clase baja, había gastado todos sus ahorros en costear a su único hijo una buena educación que le permitiera ir a la universidad y abandonar el ambiente de pobreza y necesidad en el que había crecido. Para ello, el joven debía de pasar un único examen al terminar la escuela y debía pasarlo bien ya que, sólo los 20 mejores, irían a la universidad.

Durante los últimos meses Li Chuang concentró todas sus fuerzas y su atención en estudiar. No salía apenas de casa más que para ayudar a su padre en el campo y los libros fueron ocupando, paulatinamente, más horas en su día a día. Una tarde, preso del aburrimiento, el joven se fijo en un mosquito que había quedado atrapado en una tela de araña. Li Chuang, sin saber porqué, sintió compasión del prisionero y lo liberó viendo como éste se alejaba a través de la ventana, tras un vistazo rápido a las montañas que rodeaban su aldea, el joven se volvió a sumergir en su estudio.

Los meses pasaron y el día del examen llegó. Li Chuang, que había estudiado a conciencia, se encontraba nervioso pero confiado momentos antes de la prueba, llamaron para entrar y todos los estudiantes fueron hacia el aula, donde catedráticos de la universidad vigilarían cada uno de los movimientos de los examinados. Las tres horas que duró el examen se hicieron cortas para Li Chuang quien, a pesar de estar satisfecho por cómo había realizado su examen, no dejaba de repasar mentalmente cada uno de sus ejercicios. Entonces se percató de su error... había escrito 大 (grande) en lugar de 太 (demasiado). El error era mínimo, tan solo un trazo, un fallo que, aunque no supusiera mucho, no le permitiría llegar al 100, Li Chuang comenzó a temer por su nota y por su entrada en la universidad, por lo que había estado luchando toda su vida...

El mes que tardaron en salir las calificaciones fue como una vida para el joven Li Chuang, que acudió temeroso junto a su padre a ver la nota. No se lo podía creer, tenía un 100, la mejor calificación de todas, la nota más alta posible. Sin embargo, sabedor de su error y con la conciencia intranquila, decidió hablar con el examinador, no podía tener un 100 habiendo tenido un fallo tan claro. El examinador, extrañado ante la reclamación del estudiante, entregó el examen a éste que, al abrir el examen y buscar su error vio todo correcto pero, al fijarse mejor donde él sabía que había fallado vio algo que le sorprendió... el mosquito que semanas atrás había liberado, decidió dar su vida convirtiéndose en el último trazo de 太, devolviendo así el favor al joven Li Chuang...

3 comentarios

°²ÍÐÄØ rascaculosvendorascaculos. -

Snif Snif, que preciosidad y que majo el mosquito, no como los que conocemos nosotros. Sigue escribiendo cosas de China que hay que abrir horizontes!

ÔÙ¼û£¡

Glo -

Sí, a mi también me suena que ya la has contado, pero es tan bonita...sigue escribiendo así, aunque sea de cosas chinas jeje. Un besazo!

Belcia Beltran -

Ya nos has contado alguna vez esta leyenda creo...¡pero mola mucho!
Si es que hay que tener amigos en todas partes, ¿eh? jeje

¡Besitos!