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Varios

Más luces que sombra para la Conspiración

‘La conspiración de Yuste’, ópera prima de Víctor Fernández Correas, se confirma como uno de los éxitos de este año que termina gracias a su cuidada mezcla de descripción, intriga y acción.

 

Una novela histórica que no dejaría indiferente a nadie. Así se presentó hace poco más de dos meses ‘La conspiración de Yuste’, una novela histórica ambientada en los últimos meses de vida del emperador Carlos V y la lucha de este por erradicar los brotes luteranos de su imperio.

 

El libro nos permite descubrir, con todo detalle, lugares como Valladolid, Yuste o Brujas, lo que consigue hacer al lector partícipe de la acción que se lleva a cabo en una sala de tortura, en la balconada de un monasterio o, incluso, en el fragor de una batalla.

 

Además, esta obra nos guía a través de las historias de diferentes personajes, los cuales  terminarán encontrándose en torno a la figura del emperador. Rodrigo Cifuentes, el curtidor luterano, Bertrand de Brugge, oficial al mando de la seguridad de Carlos V y las vidas de otros muchos se entrelazan de manera brillante en esta novela que mejora a cada vuelta de hoja.

 

 

Sin embargo, no todo son elogios para esta obra. En sus primeros capítulos, aquel que lea ‘La conspiración de Yuste’ puede acusar la aparente falta de acción y una cierta lentitud narrativa. Nada más lejos de la realidad, en capítulos posteriores el lector agradecerá dicha lentitud, debida a las múltiples descripciones con las que Víctor Fernández retrata los personajes y escenarios de la historia.

 

En definitiva, una primera obra notable que ha gozado de una gran aceptación por parte del público, un buen regalo para estas Navidades, una oportunidad de conocer una novela histórica diferente y, además, la ocasión de hacerse con el primer libro de un escritor que, de seguir por este camino, dará que hablar.

 

Ocio de mesa en Tribunal

Invierno en Madrid, en la zona de Tribunal anochece mientras fuera llueve y la temperatura no invita al paseo. La propuesta: un chocolate caliente con nata y una partida al Trivial, Risk o al Monopoly. El lugar: El ‘Estar Café’.

 

Escondido en la calle San Vicente Ferrer número 20, el ‘Estar Café’ cuenta con una decoración clásica basada en mesas de mármol y sillas de madera, todo ello en un espacio reducido que hace muy difícil encontrar sitio horas después de haber abierto el local. Sin embargo, este pequeño contratiempo queda subsanado con la amplia carta que se ofrece, donde destacan los distintos cafés, los chocolates con menta o naranja y, como no, el sorbete de ron con limón.

 

A pesar de lo mencionado, si el ‘Estar Café’ es conocido es gracias a la gran oferta en juegos de mesa que se ofrece. Una partida de Risk (que diría Tontxu), Trivial, Monopoly, Scatergoris, etc. es el complemento perfecto para una tarde relajada con los amigos, eso sí, se recomienda estar a la hora de apertura ya que, como ya se ha mencionado, el local se llena con asombrosa rapidez.

 

Juegos y algo para tomar a un precio asequible (hay cafés desde dos euros y los chocolates rondan los tres euros) se completan con un servicio inmejorable. La mujer que regenta el ‘Estar Café’ ofrece un trato cercano y atento con todo aquel que vaya, algo de agradecer dada la cantidad de gente que suele concentrarse en el establecimiento.

 

En definitiva, un local que ofrece un ocio clásico acompañado de una oferta completa para consumir, una opción a tener en cuenta para combatir el frío que se avecina mientras nos jugamos algo en torno a un tablero.

El ‘Estar Café’ está abierto de 20:00 a 3:00 de lunes a viernes y desde las 18:30. Está situado en la calle San Vicente Ferrer 20 junto al Metro de Tribunal y las líneas de EMT 149 y M2.

Un trato ventajoso

El otro día hablando por la calle salió el tema de esta fábula, qúe es prácticamente igual a la del sabio que hizo poner un grano de trigo en la primera casilla de un tablero de ajedrez, dos en la segunda, cuatro en la tercera y así sucesivamente. El caso es que la fábula del hombre rico y el hombre pobre, que todo el mundo conocerá, hablá de la avaricia frente a la perseverancia y viene muy al caso dada la actual situación económica, producida por el ansia de conseguir más y más sin importar qué pasará mañana.

Viendo unos trabajos de la ESO (de hace como seis o siete años) ha salido la tabla de daba respuesta a la fábula que comentaba y que decía así:

Vivía en París un acaudalado señor que, lejos de estar satisfecho con su fortuna, siempre ansiaba ampliarla hasta donde la imaginación alcanzase. A pesar de ser dueño de gran parte de las principales compañías de la ciudad, este hombre no sabía ni quería conocer dónde se encontraba el límite que marcaba la diferencia entre ser rico y ser avaro.

Una tarde, cuando regresaba a casa con parte de su servicio, se encontró a un hombre aparentemente de clase media que, al ver sus galas y su aspecto le hizo la siguiente propuesta: Te daré, durante el próximo mes, 10000 francos cada día y tú, a cambio, me darás la centésima parte de un franco el primer día e irás doblando la cantidad del día anterior cada día que pase.

El hombre rico no cabía en si de gozo, una oportunidad tan buena de conseguir dinero fácil se le mostraba así, en medio de la calle y de buenas a primeras. El hombre rico aceptó sin dudar a pesar de las advertencias de aquellos que iban con él. La pregunta es: ¿Hizo bien en aceptar tal trato?

La respuesta es un problema de matemáticas muy sencillo, de todas formas, si no la quieres ver no sigas leyendo.

Día

Dinero por día (Hombre)

Dinero total (Hombre)

Dinero por día (Rico)

Dinero total (Rico)

1

0’01

0’01

10000

10000

2

0’02

0’03

10000

20000

3

0’04

0’07

10000

30000

4

0’08

0’15

10000

40000

5

0’16

0’31

10000

50000

6

0’32

0’63

10000

60000

7

0’64

1’27

10000

70000

8

1’28

2’55

10000

80000

9

2’56

5’11

10000

90000

10

5’12

10’23

10000

100000

11

10’24

20’47

10000

110000

12

20’48

40’95

10000

120000

13

40’96

81’91

10000

130000

14

81’92

163’83

10000

140000

15

163’84

327’67

10000

150000

16

327’68

655’35

10000

160000

17

655’36

1310’71

10000

170000

18

1310’72

2621’43

10000

180000

19

2621’44

5242’87

10000

190000

20

5242’88

10485’75

10000

200000

21

10485’76

20971’51

10000

210000

22

20971’52

41943’03

10000

220000

23

41943’04

83886’07

10000

230000

24

83886’08

167772’15

10000

240000

25

167772’16

335544’31

10000

250000

26

335544’32

671088’63

10000

260000

27

671088’64

1342177’2

10000

270000

28

1342177’3

2684354’5

10000

280000

29

2684354’6

5368709

10000

290000

30

5368709’1

10737418’2

10000

300000

Pues eso, el hombre que propone el trato recibiría casi 11 millones de francos mientras que el rico sólo se embolsaría 300.000... quizás sirva de moraleja para algunos de los que ahora ven sus ansias de enriquecerse peligrar y su dinero volatilizarse aunque, para ser realistas, los que pagaremos el pato no poseemos empresas ni nada que se le parezca.

Intermitentes

Empiezo a pensar que el tema varios debería llamarse "cosas que apenas le importan a nadie" pero en fin... hoy le toca el turno a los intermitentes, esas lucecitas laterales que tienen los coches delante y detrás y que sirven para indicar si el vehículo va a girar, aparcar o, lo que es lo mismo, realizar algún tipo de desplazamiento lateral.

Alguien puede decir: "pues vaya novedad, como si no lo supiéramos" bueno... pues tengo mis reservas, lo primero de todo es ver a algunos gremios de conductores "profesionales" como por ejemplo los taxistas. Si alguien ve a un taxista poniendo un intermitente en una situación normal (cambio de carril) que le haga una foto porque es casi como ver al Barakaldo ganar la Liga de Campeones. Dirán que todo el día en la calle se les gastan las lámparas, que no pueden ponerlo todo el rato, etc. vamos que cualquier día harán las carreras sólo cuesta abajo "porque gasta si lo enciendo".

Otro tipo de fauna es la de "ya que tengo la mitad del coche en tu carril voy a poner una décima de segundo el intermitente y así me justifico" y nada, al de atrás a frenar tocan y cuidado con quejarte porque oye, ha puesto el intermitente. Derivados de estos están los que ponen el intermitente y ya puede venir quien quiera que el intermitente les da licencia para cambiarse, ¿el espejo retrovisor? para qué... si han puesto su intermitente.

Ya por último están los de las rotondas, da igual que vayan a hacer el giro entero, salir por la primera o la tercera salida, adivina sus intenciones. Tú, mientras, esperas atento en el ceda el paso, en plan ruleta rusa, voy...no voy...voy...no voy... pues eso, intermitentes.

Una reflexión a modo de conclusión: ¡¡PONED LOS INTERMITENTES QUE LUEGO OS ROZAN EL TAXI, EL AUDI O EL BMW Y LA CULPA ES DE LA JUVENTUD, LAS MUJERES O TODOS ESOS DOMINGUEROS QUE NO SABEN CONDUCIR!!

 

Pedaletas

Por petición popular (de una persona) abordaré un tema de tan rabiosa actualidad como pueden ser las pedaletas de playa o pantano. Para empezar, creo que sería bueno saber de dónde viene esta herramienta útil que auna navegación y ejercicio (o no).

Para saber de dónde viene este invento hay que hacer mención a su predecesor, el velomar, que fue inventado por un donostiarra en 1893 y que, además de pedales para impulsar la embarcación, contaba con un timón para dirigirlo, elemento que, en las pedaletas, no se incorporó hasta mediados de los años 80.

Las primeras pedaletas aparecieron en España de forma mayoritaria a principios de los años 60. El lugar fue, cómo no, la playa de Benidorm. Su uso recreativo y la cantidad de clientes potenciales se unieron para que el recién llegado se convirtiera rápidamente en todo un éxito.

Los primeros modelos estaban pensados para dos personas y, en algunos casos, existía la posibilidad de una tercera. Con el paso del tiempo, algunos elementos como el timón antes mencionado o, uno de los más exitosos, el tobogán, se han ido añadiendo a estas embarcaciones con el fin de atraer a más clientes.

En la actualidad, hay pedaletas hasta de diez ocupantes y, por un módico precio (según la zona, la playa, etc.) se puede disfrutar de un paseo en alguno de estos cacharros, eso sí, no conviene alejarse mucho de la costa porque son de seguros más o menos como una balsa o una caja de frutas.

En fin, que el entretenido mundo de la pedaleta nos lleva acompañando casi 50 años y parece que le aguarda una larga vida ya que, a pesar de las protestas de algunos bañistas en aquellas playas que no tienen zonas separadas, estos "navíos" son una manera diferente y barata de hacerse a la mar.