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Mirando a...

Punto y seguido: La Luna se despide

Último día, las maletas hechas en el hotel, las cuentas pagadas y una comida con Jess (from Cambridge), Charlotte, Pamela, Ko y Fabio (el amigo colombiano-holandés de Ko que lleva con nosotros dos semanas). Desde la azotea del Bridge Cafe, con el día claro y soleado (unos 27ºC) y con la pereza de la noche anterior... pero bueno, por partes.

Desde el Día de la Nación, en el cual no pudimos comprar pero, a cambio, fuimos al Zoo, nos tiramos en un parque, nos hicieron cientos de miles de fotos por ser extranjeros, extraños y, sobre todo, muy guapos (lo decían ellos). Después estuvimos cenando en un restaurante coreano (parrillada de carne y marisco, la cena más cara en Beijing por 9 euros cada uno). Un día completo que terminó en Wudaokou (oh sorpresa) sin saber qué hacer, la solución fue darnos un masaje de espalda en un lugar certificado (o con un certificado muy bien falsificado) donde nos dieron de beber y comer mientras nos relajábamos después del masaje.

Ayer, la última noche en Beijing tocó cenar de buffet (40 yuanes; come y bebe lo que quieras) y, después, visita al parque Houhai y, más tarde, salida cerca del Estadio de los Trabajadores. Buena noche y una buena oportunidad para despedir la primera visita a esta ciudad. Sin embargo, lo mejor de la noche estaba por llegar, al salir, mientras andábamos hacia la calle principal para coger un taxi, vimos algo que nos dejó mudos a todos, la Luna se veia más grande que nunca, naranja, con un tamaño imposible, se presentaba ante nosotros en la noche del 3 octubre, the Moon Night. La noche donde se puede observar, en Asia, la Luna más increíble... un buen regalo como despedida de un viaje que agota sus últimas horas, en 12 horas despegaré hacia Bruselas con la promesa de volver, no sé cuándo ni porqué pero, como decíamos el otro día, no aprendemos chino para hablar en las tiendas de todo a 1 €... Los próximos días seguiré con la resaca china... comentando lo que ha dado de sí, a tiempo pasado, este mes en tierras orientales.

1 comentario

Belcia Beltran -

Bonito post d punto. Leyendolo casi da pena que vuelvas (pero vuelve, ¡eh! que se te echa de menos jeje)

Disfruta de tus últimas horas allí.

Y ya de vuelta, toca luchar contra el enorme vacío de la nostalgia. Pero con la alegría de recordar los buenos momentos.

¡¡Buen viaje!!
Un besito